El pasado 21 de marzo celebramos el “Día Internacional de los Bosques”, una conmemoración anual que se celebra desde 2013 cuando la proclamó la Asamblea General de las Naciones Unidas. Los organizadores oficiales de este evento son el Foro de las Naciones Unidas para los Bosques, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y la Asociación de Colaboración en materia de Bosques, entre otras entidades y agrupaciones.
Este año la FAO ha querido poner el foco en un aspecto que ha cobrado especial importancia tras la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2 o COVID-19, declarando como tema de la edición 2023 los “Bosques y salud”. Según un informe emitido por esta organización para el evento bajo el título “Los bosques para la salud y el bienestar de los seres humanos”, los bosques proporcionan bienes y servicios, empleo e ingresos a quizás a unos 2 500 millones de personas de todo el mundo, a lo que hay que sumar unos 54 millones de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo. De los ecosistemas forestales obtenemos múltiples beneficios que redundan directamente en nuestra salud: nos suministran nutrientes de calidad que garantizan la seguridad y diversificación nutricional de muchas poblaciones, tan esencial para nuestro sistema inmunológico; proporcionan combustible para cocinar, potabilizar agua y darnos calor; medicamentos para curar muchas enfermedades; sin olvidar el bienestar cultural, espiritual y el efecto en nuestra salud mental que podemos observar tan solo paseando por cualquier zona verde urbana.
En España, somos afortunados en riqueza forestal, los ecosistemas forestales ocupan algo más de veintiséis millones de hectáreas (26.280.281 ha), de las cuales casi quince millones (14.717.898 ha) están arboladas, lo que supone el 29% del territorio nacional. Por ello, en este día tan trascendental para los bosques y, en consecuencia, para todos nosotros, queremos hacernos eco de la importancia de los bosques rindiendo un homenaje al ganador del Premio Bosque del Año 2023: el Bosque de la Abundancia, un nombre que hace honor a sus virtudes y a los inmensos bienes que aporta a nuestro planeta.
Este hermoso bosque está ubicado en el municipio de Orea, lo que nos da una idea del vínculo tan antiguo y estrecho que ha existido siempre entre los habitantes de esta zona y sus árboles. Las Oreas, también llamadas oréades, eran ninfas que residían en los bosques de acuerdo a la mitología clásica. Según los antiguos griegos, estas ninfas custodiaban las montañas y las grutas cuidando de ellas. Probablemente la más famosa es Eco, la ninfa del monte Helicón de cuya boca salían las palabras más bellas jamás nombradas. Eco distraía a la diosa Hera, esposa de Zeus y madre de los dioses de la mitología griega, mientras su esposo cortejaba a otras ninfas. Cuando Hera descubrió el engaño, castigó a Eco quitándole la voz, obligándola a repetir la última palabra que oyera y dando lugaral fenómeno acústico que lleva su nombre.
El Bosque de la Abundancia, alimentó ganado, fábricas de paños, fundiciones de hierro y vidrio, serrerías y carpinterías y se encuentra bajo la primera figura de protección de espacios de Europa y una de las primeras del mundo: el Catálogo de Montes de Utilidad Pública creado en 1.900 y gestionado de forma sostenible desde entonces, siendo el sustento de familias enteras de Orea y llegando hasta nuestros días en perfecto estado de conservación. Bravo!
Ese mismo día, en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia) se entregaron los premios europeos TREE OF THE YEAR. Este concurso, que desde 2011 intenta destacar la importancia de los árboles viejos en nuestro patrimonio natural y cultural, ha contado este año con 16 países participantes, entre ellos España.
El ganador de esta edición ha sido el aspirante polaco, el roble “Fabrykant de Lodz” con 45.718 votos, un roble carballo (Quercus robur) de unos 180 años de edad, que cuenta con un impresionante dosel de 33 metros y una sorprendente rama con forma de s y más de 20 metros de largo. En su ubicación natal, el Parque Klepacz, es símbolo de sabiduría y longevidad.
Nuestro representante, la encina de San Roque (Quercus ilex) de Colindres (Cantabria), fue finalmente sexta con 10.174 votos. Este hermoso ejemplar del que se calcula que lleva más de 400 años entre nosotros, mide cerca de 16 metros. Antiguamente, formaba parte de un denso bosque mixto atravesado por el Camino Real o de Castellanos, una de las principales rutas comerciales que discurría a través de nuestras península durante la edad media. La construcción de barcos, la obtención de carbón y el clareo para pastos fue dejándole paulatinamente solo, hasta que, en la actualidad, el Ayuntamiento de Colindres decide poner en marcha un proyecto de recuperación paisajística y cultural en la Sierra de Colindres, denominado “Corredor Verde”. El objetivo de este corredor es unir dos pequeños reductos de bosque autóctono que aún hoy resisten en estos montes. Os deseamos todo el éxito del mundo, Ánimo Colindres!.
A la entrega de premios asistieron numerosos representantes de los 16 países participantes, entre ellos la Presidenta de Bosques Sin Fronteras, Susana Domínguez Lerena. Los ganadores recibieron un trofeo de madera diseñado y producido por el escultor checo Martin Patricny. La estatua mide 70 cm y pesa 4 kg. está hecho de diferentes tipos de madera, provenientes de muchos rincones de Europa, para enfatizar la diversidad de la naturaleza en nuestro continente.
Para más información podéis descarga el informe completo, “Los bosques para la salud y el bienestar de los seres humanos”, de la FAO en https://www.fao.org/3/cb1468es/cb1468es.pdf